Cómo aromatizar tu propio aceite de Oliva

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¿Cómo aromatizar tu propio aceite de Oliva?

El aceite de oliva pertenece a los recursos fundamentales e imprescindibles en la dieta mediterránea.

En la actualidad existe toda una cultura que se lleva a cabo cerca de la oliva y su proceso de molturación, que da como frutos nuestros propios famosos y mundialmente conocidos aceites, que son un manjar además de sanos y saludables.

Puesto que bien, vamos a asignar este espacio a subir un peldaño más en la escala de nuestro paladar y para eso vamos a hablarles de:

Aromatizar Aceite de Oliva.

Los resultados son increíbles, otorgan a nuestras propias papilas todo un mundo de sensaciones y nos trasladan a los sitios más desiguales de nuestro mundo dependiendo del aderezo que usemos.

Además, con la extensa variedad de aceites existentes, surge frente a nosotros mismos un extenso abanico de maneras y sabores. Solo lo que requerimos es un aceite de oliva de calidad, que en alianza con elementos naturales o hierbas aromáticas, conseguirá generar un sabor distinto en nuestros propios platos y un sutil toque final.

 Existen 2 maneras de perfumar aceites:

Cómo aromatizar el aceite de oliva - La Cocina No Muerde

  1. Calentamos el aceite a una temperatura de entre 40y 50 grados y apagamos, agregamos las hierbas aromáticas, especias o productos naturales, y lo dejamos reposar hasta que éste se enfríe.
  2. Agregamos a nuestro aceite los productos arriba mencionados y lo dejamos macerar  2 o 3 semanas en un espacio fresco y con escasa luz.

Proponemos usar un aceite suave para eludir que éste se apodere del sabor, pero también tenemos la posibilidad de maridar aceite de oliva virgen extra con productos de profundo y afrodisiaco sabor. Si utilizamos hierbas aromáticas, tienen que ser de preferencia frescas. Tienen la posibilidad de utilizar además productos como tomate seco, ajos, pimiento o inclusive limón, que dará a nuestro aceite un toque cítrico, y finalmente tenemos la posibilidad de adicionar especias como pimienta, comino, canela, etcétera.

Aunque hay una enorme proporción de aromatizantes, lo ideal es no mezclar demasiados en un mismo recipiente, que debe ser de cristal o acero inoxidable con su tapón que corresponde para evadir que el aroma se volatilice. La mezcla de varios aromas solamente conseguirá que unos compitan con los demás por liderar, y finalmente creemos un producto poco sutil y que en último término consiga que solapen con el plato que estamos preparando.