Cómo saber si el aceite de oliva está caducado. Consejos para evitar que caduque

Cómo saber si el aceite de oliva está caducado

Nos planteamos cómo saber si el aceite de oliva está caducado. Para comenzar, es muy importante decir que el aceite de oliva no se considera un alimento perecedero, por lo cual tiene una fecha de consumo preferente que dependiendo de cómo conservemos el producto será más o menos fiable. Esto quiere decir que realmente no se va a ver afectada nuestra salud si consumimos aceite “caducado”. Si tomamos aceite “caducado” lo notaremos principalmente en el sabor, que adquiere un toque rancio. En este caso el aceite pierde muchas de sus propiedades, las cuales sin que esté caducado son bastante beneficiosas.

Normalmente para comprobar que el aceite está caducado o no basta con mirar la fecha de consumo preferente en la etiqueta del envase, aunque esta etiqueta no nos asegura al 100% que el producto que estamos consumiendo está en buen estado. Entonces, una manera más fiable de determinar si el aceite está caducado es probando un poco nosotros mismos. Así de sencillo, fiarnos de nuestro gusto y evaluar la calidad del aceite.

Otra opción para evitar aceite “caducado” o que pueda estar en mal estado es fijarnos bien en su packaging. Lo que debemos hacer como consumidores para asegurarnos de que esto no nos suceda es, a la hora de comprar aceites, comprobar que no están en envases de plástico, si es posible, o que no les incide directamente la luz solar. Lo ideal es un envasado en cristal oscuro aunque sabemos que esto es complicado si buscamos precios medianamente competentes para adaptarse a un uso diario.

Otro factor a tener en cuenta es la variedad, pues la arbequina tiende a caducar o deteriorarse en menor plazo que otras.

Conservar el aceite de oliva

También es de gran importancia cómo nosotros conservemos el aceite. Un buen cuidado puede alargar el tiempo de uso de este alimento: es vital mantenerlo a una temperatura constante, a ser posible, guardarlo en algún recipiente que no sea de plástico y comprobar la fecha de la última cosecha. Por supuesto evitar la incidencia de la luz directa, para no oxidarlo.

Con todas estas indicaciones tenemos más que suficiente para determinar y evitar consumir un aceite caducado, así como para aprender a conservarlo. Pero verdaderamente ideal es que su consumo sea tan cotidiano que no tengamos tiempo ni de preocuparnos por su conservación.